- El Librero de Gutenberg
- Posts
- Por qué dejé de obsesionarme con la perfección
Por qué dejé de obsesionarme con la perfección
Este concepto cambió mi forma de hacer las cosas
![](https://media.beehiiv.com/cdn-cgi/image/fit=scale-down,format=auto,onerror=redirect,quality=80/uploads/asset/file/51758bd3-75c8-4b96-a077-8d86227f2a9a/Ilustration_V2_illustration_a_stair_made_of_wood_pieces_3.jpg?t=1677188216)
Ayer, en uno de los grupos en los que estoy, un amigo compartió lo siguiente:
Perfecto es igual a excusa. Perfecto es igual a justificación para no hacer.
Hace años, este era uno de los problemas que más me detenía de lograr las cosas.
Buscaba que todo fuera perfecto antes de hacerlo.
Planeaba y planeaba.
Mi padre incluso me dijo una vez: “Planeas tanto que nunca aterrizas”.
Y sí, así era. Tenía planes para todo lo que quería, pero nunca los realizaba. Y como vimos anteriormente, esa es una de las razones por las que terminamos procrastinando.
Pero todo cambió cuando conocí el concepto del 80%.
No recuerdo exactamente donde fue que lo vi, pero mencionaba que, en la mayoría de los casos, alcanzar el 80% de una tarea o proyecto es suficiente para obtener buenos resultados.
Es decir, si uno se enfoca en hacer lo que es necesario para lograr ese 80% de avance, probablemente obtendrá un resultado satisfactorio.
Ojo: Esto no significa que hay que conformarse con una tarea incompleta o mal hecha, sino que debes aprender a distinguir entre lo esencial y lo accesorio, y enfocarse en lo que realmente importa para lograr los objetivos.
Este mismo concepto implica aceptar que no todo puede ser perfecto, y que a veces es necesario hacer concesiones para avanzar y lograr tus metas.
Incluso, podríamos decir que la búsqueda de la perfección puede ser una forma de auto-sabotaje, ya que nos impide avanzar y nos mantiene en un estado de inacción y parálisis.
Obviamente, si eres un cirujano, el concepto del 80% no aplicará en ese caso, pero para la mayoría de las tareas que realizamos, me parece que es una excelente forma de avanzar.
A partir de que conocí ese concepto, comencé a tener grandes avances y empecé a aterrizar esos planes que había definido anteriormente.